Definitivamente, si estamos en el mundo de negocios, estamos en ventas.
Alejandro Peñaloza Balza
Y, si no estamos capacitados en ventas, ser un gran vendedor (decir y hacer las actividades correctas) puede ser bastante desafiante.
A muchos emprendedores les cuesta venderse a sí mismos y a sus productos. Todo el tiempo escuchamos expresiones como: “Soy malo en ventas”.
Entonces, ¿qué hacen los mejores vendedores que los distingue y los mantiene en la cima de su juego?
1. Priorizan y se enfocan cada día
Los vendedores exitosos se concentran incansablemente en actividades de alto impacto que generan un cambio. Todos los días, priorizan las tareas que generan resultados, como hacer llamadas clave, hacer un seguimiento de clientes potenciales y programar reuniones.
En lugar de empantanarse en trabajo pesado o tareas de baja prioridad, se preguntan: ¿qué acciones me acercarán a cerrar una oportunidad de ventas?
Utilizan las mañanas para abordar primero las tareas de alta prioridad, aprovechando su máxima energía y concentración para maximizar la productividad. Al comenzar el día con intención y claridad, los mejores empleados se aseguran de que las acciones esenciales no se queden en el olvido.
2. Realizan un seguimiento diligente de los clientes y oportunidades potenciales
La fortuna está en el seguimiento.
Los mejores vendedores comprenden que la perseverancia es esencial en el abarrotado mercado actual. Tienen un enfoque estructurado para hacer un seguimiento, ya sea por correo electrónico, llamadas o redes sociales, lo que garantiza que permanezcan en el radar de sus clientes potenciales sin ser autoritarios.
Un hábito de seguimiento diario implica no solo ponerse en contacto con los clientes actuales, sino también reactivar a los que están inactivos. Los mejores vendedores utilizan una forma sistemática y consistente de mantenerse en contacto con los clientes, y lo hacen todos los días. No esperan hasta el viernes para hacer llamadas de ventas, las hacen todos los días.
3. Invierten en la construcción de relaciones
La gente hace negocios con aquello en lo que cree, en lo que le agrada y en lo que confía.
Los grandes vendedores saben que las ventas no son transaccionales, sino relacionales. Todos los días, invierten en crear conexiones significativas con clientes, socios y colegas. No se centran únicamente en cerrar tratos, sino en construir relaciones que fomenten la confianza y la lealtad a largo plazo.
Los mejores vendedores van más allá de los negocios, recuerdan detalles sobre la vida, los intereses y los objetivos profesionales de sus clientes. Se comunican con ellos mediante notas bien pensadas, artículos útiles o simplemente un rápido registro. Al priorizar la construcción de relaciones, no solo fortalecen las relaciones actuales, sino que también crean oportunidades de referencia y amplían su red.
4. Se preparan y practican a fondo
La preparación conduce al éxito en las ventas. Los mejores vendedores nunca acuden a una llamada o reunión sin saber con quién están hablando, qué necesitan y qué objeciones pueden surgir. Dedican tiempo a investigar y revisan su estrategia para cada cliente potencial e interacción.
Los mejores vendedores también practican sus discursos con regularidad. Perfeccionan su mensaje, anticipan las objeciones y piensan en posibles preguntas. Al practicar su enfoque, aumentan su confianza y transmiten un mensaje pulido y persuasivo en todo momento.
5. Se centran en el desarrollo personal
Los mejores vendedores están comprometidos con el crecimiento personal y profesional. Dedican tiempo cada día a mejorar sus habilidades, ya sea leyendo sobre las tendencias de la industria, aprendiendo nuevas técnicas de ventas, leyendo un blog o escuchando un podcast de ventas motivacional, como Sales Logic. Reconocen que mantenerse alerta y adaptable es esencial en un panorama de ventas en constante evolución.
El hábito diario de aprender se extiende más allá de las tácticas de venta e incluye la automotivación, la gestión del tiempo y las habilidades de comunicación. Los mejores vendedores ven cada día como una oportunidad para mejorar y se esfuerzan continuamente por ser mejores que el día anterior.
Los mejores vendedores llegan a la cima no solo por su talento, sino por establecer hábitos poderosos e intencionales. Priorizan las tareas que tienen un impacto, hacen un seguimiento diligente, construyen relaciones, se preparan a fondo y adoptan el crecimiento personal todos los días. Con un poco de concentración y práctica, también podemos transformar las actividades diarias en un camino sostenido hacia el éxito.
Saludos y felices ventas